viernes, 28 de febrero de 2014

¿Un tiburón?

Las que liamos para ir a la playa son tremendas. Está cerca como para ir andando o en bici, y demasiado cerca como para en ir coche, así que como vamos como mulas de carga, preferimos las bicis.
Currito es autónomo y va solo. Currita en una sillita en la bici del Currante. A mi espalda, mochila con toallas, cremas, comida y lo que se tercie. El Currante se encarga de una bolsa llena de juguetes de playa y una nevera con hielo y bebidas que por cierto, pesa un huevo.
El camino hasta la playa es la marina de South Point, que para el que no lo conozca, lo recomiendo, es bonito bonito, lleno de barcos, palmeras y jardines.

El domingo pasado empezamos la temporada de playa. Hizo un día espectacular porque no hacía demasiado calor y el agua del mar empieza a estar calentita otra vez.
Plantamos las toallas y el culo en la arena, abrimos una cervecita y unas patatas y ¡listo! ¡Ya estábamos en la playa! Currita como siempre ejerciendo de dueña y señora de las patatas y Currito se colocó sus gafas de bucear y fue directo al agua.
Todo estaba en orden hasta que de repente, mientras miraba como saltaba las olas mi cachorro, también vi como la gente que estaba dentro del agua salía por patas hacia la orilla. Todos a la vez. Así que llamé a Currito como buena madre española que soy, estilo Morancos:
- ¡¡¡Curriiitoooooooooooooo, salete del aguaaaaaaaa!!! ¡¡¡YAAAAAAA!!!, grité dejándome el alma.

- ¡Un tiburón! ¡Un tiburón!, se empezó a escuchar.
Si claro, pensé. Y Spiderman.
Era curioso ver el mar vacío y la playa a tope de gente mirando todos en la misma dirección.
Al segundo aparece una vigilante,  igualita que las de las pelis, y dice:
- ¿Pero que hacéis? ¿Estáis tontos o qué os pasa?, decía la súper rubia agarrando esa cosa roja que llevan en la mano que no sé muy bien  para que sirve.
- ¡Qué hay un tiburón!, contestan de lejos.
- ¡Qué tiburón ni que ocho cuartos! ¡Es un manatí! Un indefenso manatí. Y ya se ha largado, asustado con tanto grito, decía sacándose las braguitas de biquini del culo.
- ¡Todo el mundo al agua de nuevo! ¡Vamos! Que parece que tenéis ganas de que venga un tiburón de verdad. Y por lo menos hoy era un manatí, ¡porque ayer fue un cartón!
Menuda mala leche se gasta la rubia con lo mona que es.


Yo me estoy bañando y me aparece semejante bicho al lado y la que puedo organizar pasa a la historia de Miami. Que un manatí no te comerá (o igual sí) pero asustar, asusta un huevo. ¿O no?







14 comentarios:

  1. Qué cosa más fea!!!!!!!! y vaya sustazo no????

    Gracias por recomendar un sitio al que no podré ir jamás...y bueno lo de contar como vais a la playa cuando aquí estámos congelándonos...no no no eso no se hace amiga!!!!

    Besos verdes de envidia

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  2. no asusta, es una criatura preciosa y pacifica

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  3. Muy bonito para ver desde fuera del agua, pero no para que te pase al lado y te toque con la cola uffff :-) Yo he visto leones marinos en la playa y son una pasada.
    Besos!

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  4. Vaya sustazo, a mi me da algo si me pasa ese bicho por al lado, por más infensivo que sea, jejej. Un saludo!

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  5. Y que tal en la playa? Han ido apareciendo los primeros pollitos y medusas??
    Besos de paca sin muela

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  6. Asusta, asusta... yo ahí no me meto, ni de coña me baño con el idefenso bichito jaja!

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  7. Así vamos nosotros a la playa también, cargados hasta las orejas con las bicis, la playa no está en Miami beach pero también es la que más cerca nos pilla.La cerveza es el alimento más internacional que existe, une culturas y también siginifica tocarse el moch. En la playa a la que vamos no hay manaties, pero suele asomarse la vecina del 5º que impresiona mucho más en bikini.

    Mr Pouman

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    Respuestas
    1. Ay que miedín la vecina del quinto!!!
      Felicidades carroza

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