martes, 17 de febrero de 2015

Cantando con una mejicana

El sábado tuvimos juerga con un gringo y una mejicana. Con niños y todo. Empezó como suelen empezar las buenas juergas: sin querer. Sin querer queriendo…
Paseo por South Beach con cervecita en mano, los niños correteando a nuestro alrededor y flipando con el personal con el que nos vamos cruzando.
Las 9. Habrá que pensar qué hacemos. ¿Vamos a casa y cenamos algo? Vale.

En casa. Mientras los niños se encargan de destrozar todo lo que pillan, nosotros salimos a la terracita a seguir con las cervezas y comer algo. Cerramos la puerta y que dentro hagan lo que quieran, jugar al fútbol o quemarla. Me la pela. 

Las 10 y las 11, las 12 y la 1, y las 2 y las 3... Si, ya sé que soy  muy pelma con las canciones pero es que viene al caso.
Los  4 cachorros por fin se quedan sopas por ahí, donde pillan. Angelitos… Y de repente, la mejicana se arranca a canturrear no sé qué a mi lado, hasta que lo reconozco y pienso: Uy..., no sabe donde se está metiendo… Y claro, me pongo a hacer los coros.
Empezamos con rancheras, que el grito mariachi anima mucho. Por fin los hombres nos abandonan y se van a sus quehaceres de arreglar el mundo y de exaltación de la amistad. Mi colega y yo seguimos a lo nuestro:
- ¡¡¡Con dineeeero y sin dineeeero, hago sieeeeempre looo que quieeeeero, y mi palabra es la leyyyyyyyyy!!!




(Tengo que decir que mi casa es un edifico serio donde jamás en la vida hemos oído una voz mas alta que la otra y menos a esas horas)

Pues eso, que cantamos cual locas en la terraza como si el mar fuese nuestro fan mas fiel.
¡Qué bien se siente una cuando se cree que canta como los ángeles aunque lo haga como el culo! Te creces, y cada canción nueva vas un poquito más lejos. Hasta que por fin te levantas y mando a distancia en mano a modo de micrófono, lo das todo y te partes de risa. Y gesticulas e imitas las muecas que ponen los cantantes -nunca he sabido muy bien por qué- pero lo haces igual. O eso crees. Y piensas: si es que yo tenía que haber sido cantante…

Y ahí queda. Del día siguiente mejor hablamos en otro momento. Creí morir.   




12 comentarios:

  1. Hija mía que mal te lo montas…

    ResponderEliminar
  2. Jajajaja, que malas son las resacas pero seguro que mereció la pena porque pinta que lo pasasteis genial genial, jeje. Un besito!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que mereció la pena! Aunque el día siguiente fuese de espanto…
      Un beso!

      Eliminar
  3. Ya se sabe que no hay romería que no pese al otro día. Pero y lo bien que te lo pasaste? Que te quiten lo bailado
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cómo mola!! No hay romería que no pese al otro día!! Cuanta sabiduría!!
      Besos!

      Eliminar
  4. Jaja, Curra yo de eso sé un poco , que tengo media familia mexicans. ¡Ay ,Jalisco no te rajes! . Me encanta una canción que se llama El Mariachi Loco .... ¡Fijo , te la cantan todos los mexicans! Pregúntale a tu guate.....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí! Pregunté y me la cantaron. Como locos.
      Lo malo es que yo no la conozco… Así que sólo pude hacer de espectadora...

      Eliminar
  5. jajajajaja Por favorr....ese momentazo se merecía un video seguro!! Anímate y nos deleitas en la próxima juerga :-D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Menudo peligro… Menos mal que no se nos ocurrió! Debe ser muy duro ver la cruda realidad...

      Eliminar
  6. Impresionante lo que dan de sí unas cervezas! Sólo espero que los vecinos no te pongan mala cara pero bueno, la próxima vez los invitas, jeje.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los vecinos no dijeron ni mu, cosa que no entiendo porque de verdad que son todos súper silenciosos...

      Eliminar