“Cuando
los dioses quieren castigarnos atienden nuestras plegarias”. Esta frase de Óscar Wilde llena
de sabiduría y con ese punto de “joder que interesante soy”, puedes escuchar
como se la suelta Meryl Streep a un tremendísimo – que – me – muero – de – lo –
guapo – que – es – y – del – papelón – que - interpreta, Robert Redford en
Memorias de África.
Yo
pedí. No sé muy bien a quien, pero estoy segura de que lo hice, y los dioses me
castigaron, según Óscar Wilde. Ahora llevo unos meses pidiendo de nuevo y parece que
de nuevo me hacen caso. ¿Será un castigo?
Se
supone que es al revés, los dioses te hacen caso cuando te portas bien. Te
hacen caso para premiarte, para que sigas por el camino de la generosidad y de la
bondad. ¿O será que si te dan lo que tanto ansías, en realidad te están
quitando la mejor parte? Si, me refiero a la ilusión, a la lucha de todos los días
por conseguirlo, a desearlo e imaginarlo. Me refiero al camino hasta que llegas a la meta
(si es que llegas). Será que por narices necesitamos algo metidito entre ceja y
ceja para estar distraídos, para dejar de mirar las baldosas del camino y
centrarnos en un final que siempre será incierto y lejano.
Entonces
a la súper famosa “Pide y se te dará”, le falta una parte. Digamos que no
leímos la letra pequeña: “Pide y se te dará por saco”. Algo así podría ser. ¿Qué os parece?
Digo
todo esto porque desde que era una jovenzuela con más cargas sobre mi espalda
de las normales, siempre quise vivir fuera de mi país. Soñaba con la experiencia
de conocer otra cultura desde dentro, pero tuve que esperar a que esa carga
tan preciosa que llevaba sobre mi espalda se hiciera mayor. Y esperé, esperé
mucho. Tanto que casi olvidé mi sueño. Y de repente ¡zas! ¡Miami! Puedo decir que los
dioses atendieron mis plegarias, no sé si para castigarme o para premiarme. Lo
que si sé, es que desde hace ya varios meses, otros deseos rondan mis
pensamientos, algunos los he contado por aquí, otros ni a la almohada… Y tal
vez se cumplan de nuevo, o tal vez cuando sea viejita hable de ellos con la
misma ilusión con la que hoy los sueño, aunque nunca se cumplan, aunque siempre sean sueños.
Es que los Dioses son muy listos.. :) Que te traigan muchos regalitos, como los reyes!
ResponderEliminarDemasiado listos...
EliminarOye y de carga nada! Soy ligera como una pluma.
ResponderEliminarPero en lo de preciosa te doy la razón!
Besos.
Pd.: quiero pestillo en mi cuarto y tele para mi sola!
Menudo morro tenemos...
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarJajajaja, si es que a veces el destino te devuelve tus pensamientos con una colleja verdad? Pero tú sigue pidiendo, que lo que te depara el destino es siempre una aventura y la vida sin riesgo ni es vida ni es nada. Un besazo guapetona
ResponderEliminarCon un collejón!!! Tal cual…
EliminarSeguiremos pidiendo, gracias!
Un besazo
Hay que ver que profunda se nos pone Curra cuando le toca preparar las maletas......Yo creo que los dioses son unos cachondos y atienden nuestras peticiones como el que juega al bingo.Aunque de manera consciente hace mucho que no les pido nada, hay veces que uno se sorprende a si mismo pidiendo algo al....¿aire?
ResponderEliminarNNN
¡¡Claro!! El aire está lleniiiiiito de Dioses.
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