1. Canta en la ducha a grito
pelao. Aunque lo hagas fatal. Es más, si lo haces fatal, mola más.
2. Ríete hasta de tu sombra. A
carcajadas. ¡Enseña los empastes! ¡Pártete el pecho!
3. Lee. Lee mucho. Todo lo que
caiga en tus manos. Lo que sea, pero lee.
4. Contempla. Mira despacito. Un
amanecer, un cielo estrellado, un cuadro, un tío/tía bueno.
5. Quiérete mucho mucho. Sé
consciente de lo especial que eres. No trates de convertirte en otro, porque
por mucho que te esfuerces no lo vas a lograr. Molas mucho siendo como eres.
6. Acércate a la naturaleza y
disfruta de ella. Si puedes cuida de un huerto, o al menos de una planta.
7. Disfruta de la comida. Moja
pan en la salsa, siempre.
8. No te enfades. Es crudo
decirlo pero te enfades o no, va a dar igual, así que mejor estar contento.
9. Se amable. Te enseñaron de
pequeño, y fue una labor difícil, no lo estropees ahora. Da las gracias, pide
por favor, sonríe, saluda… ¿Te acuerdas?
10. Pasea. Sin hacer carreras.
Deja que te lleven tus pies, sin rumbo.
11. Simplifica tu vida, sé
natural. Huye de la ostentación, de lo
artificial. Aprende de tus abuelos.
12. Baila. En casa, con música a
tope y con el mando a distancia como micrófono, o el palo de la escoba como
guitarra.
13. Enseña tu puntito de locura,
todos tenemos uno. No te olvides nunca del niño que fuiste.
14. Sé generoso. Practicando el altruismo produces la misma cantidad de endorfinas que cuando te enamoras. No digo más.
15. Rompe la lista de tus
enemigos. Los motivos son evidentes.
¡Feliz año nuevo!