miércoles, 13 de julio de 2016

Tal y como esperaba

Tras un año en Madrid, hoy me han preguntado si después de tanto tiempo fuera de casa, sigo siendo la misma, si todo está siendo como lo imaginaba. Y así resumiendo, puedo decir que está siendo mejor, casi casi como si no me hubiese ido nunca.
Me he acordado que cuando planeábamos marcharnos, mi querida Cocó –que lleva tropecientos años viviendo fuera de España- me dijo para animarme:
- Vete, no tengas miedo, para ti van a ser mil cambios y oportunidades, pero cuando vuelvas, aquí todo va a seguir igual.

Y básicamente así ha sido. Los cachorros han crecido, hay locales nuevos y otros han cerrado, pero el resto sigue igual… Puede ser que haya más canas a mi alrededor, y no miro a nadie en concreto, lo digo en general.
En cambio yo, vuelvo más fuerte, más segura de mi misma, con planes nuevos, más amigas, más arrugas y un poco más hortera que antes.

Miami es una ciudad de contrastes y eso siempre es positivo, ya lo dije en otra ocasión, pero cuando el “diferente” eres tú, es inevitable volverse más tolerante. Y la tolerancia hoy en día es siempre un valor añadido, un plus que debería contar en el currículum y en la cola del paro.
Lo que está claro es que si la vida te da la oportunidad de irte unos años de tu país, no lo dejes escapar y ¡vuela!


Reconozco que algún ataque de nostalgia he tenido, sobre todo cuando el verano no llegaba nunca y los días eran cortos. De repente me acordaba del calorazo, de la playa, de la vida al sol y siempre siempre, de mis queridas Di y Valle… Ay… A ellas las echo de menos siempre.
Y a veces me vuelvo a imaginar haciendo la maleta y poniendo un montón de kilómetros de distancia. Imagino un destino y echo a volar con la imaginación. Y también alguna vez, se lo he llegado a proponer al Currante:
- ¿Nos vamos?
Pero es tan facilón… Siempre me dice que sí, y así no vale. Tal vez si algún día pone resistencia, a mí me dé por insistir.


Así que, tal y como esperaba, y a pesar del vacile del gobierno de este país, aquí todo sigue igual y yo soy un poquito mejor, o eso me gusta creer.


En esto pensaba en el mes de febrero