martes, 25 de enero de 2022

Adolescencio


¡Hay qué ver lo rápido que pasa la vida!

Mis cachorros ya son señores cachorros: Currito es adolescente, con sus casi 14 primaveras, Currita ya tiene 11 y Paquita… ¡Paquita a punto de cumplir los 30! Para saber los míos tendréis que echar cuentas, paso de desvelar la cruda realidad. Y qué queréis que os diga, no me he enterado y parece que fue ayer. Las dos frases tan de viejuna y tan tópicas pero reales, así me siento.

Me muero de pena cuando veo que esto se acaba, que me quedo sin niños. De vez en cuando, el monstruo Adolescencio aparece en forma de alguna contestación salida de tono, algún llanto sin sentido, algún pelo donde no había o algún grano puñetero. De repente, el móvil es una extensión de su cuerpo y la ropa y los colegas su vida. Dicen sin parar "en plan" y te miran como si tuvieras un moco, (fijamente y con el labio superior un poco levantado). No nos soportan, esa es la cruda realidad.

¡Fuera de aquí Adolescencio de mierda que te llevarás a mis niños para siempre! Traerás a otros que algo se les parecerá, pero ya no será nunca lo mismo. Déjame disfrutar un poco más de mis niños... ¡Apodérate de mí y libéralos a ellos! Que más quisiera yo... ¡Sería la leche!

¿Eh?


Me flipa cuando el teléfono me hace una selección aleatoria de fotos de la galería, guardo miles, así que lo normal es que aparezcan de los cachorros de bebés o con pocos añitos. Me encanta recrearme en ello. Ay... Os juro que volvía ahora mismo al chupete y los pañales (con cacas y todo) Qué pena tan grande señor...

Me queda el consuelo de que Paquita y Paquito me hagan pronto abuela. ¿Os imagináis? ¡La abuela Curra! Buah... 



jueves, 20 de enero de 2022

El principio

Empecemos por el principio. Lo más importante: me puse ciega de jamón (como os podéis imaginar), tanto que igual ahora prefiero el queso. Y ciega de cervececitas con patatas fritas de las de verdad. La emoción corría por mis venas.

Mis cachorros se adaptaron sin problemas a mi querido Madrid, a su cole nuevo y amigos nuevos. Rápido se dieron cuenta que a muchos les parecía una chulada que hubieran vivido en Miami, y eso les hizo sentir bien. Molaban más y además sabían inglés. Angelitos...

Paquita volvió a casa con sus 23 añazos, aunque pronto echaría a volar con su Paquito (del que os hablaré en otro momento).

Y el Currante, ay el Currante... El Currante parecía un alma en pena. A él sí que le costó volver. Menos mal que se hizo adicto al pádel y le dio por correr por las calles cual gacela. Poquito a poco se fue haciendo a su nueva vida, sin mar, sin viajes exóticos y sin chanclas.

Nos rodeaba la alegría por los cuatros costados y encima era verano. Una servidora se encontraba tan feliz que ni de coña se imaginaba el poquito tiempo que le quedaba de disfrutar de sus padres. A penas tres años. Menos mal que volvimos...💔


martes, 18 de enero de 2022

Al lío

Parece que siempre hay algo más importante que hacer antes que escribir. A veces es verdad, no digo que no, pero la mayoría son excusas, trolas que me invento. He tardado en darme cuenta, un huevo y medio para ser exactos.

Pensaba poneros al día de las vueltas que ha ido dando mi vida en este tiempo, pero mejor os lo voy contando poco a poco. Adelanto que algunas han sido duras de narices, pero otras maravillosamente alucinantes, preciosas y divinas de la muerte. Y no exagero, ojito. Supongo que como a todos, la vida sacude a su antojo y te deja como si te hubiesen centrifugado, o te regala momentos de los que te sacan sonrisas siempre que aparecen por tus laureles.

Curra tiene cosas que contar y eso es lo único que importa.

AL lío.