Una casa en la playa |
La casa en la playa era un
apartamento en un condominio. Aquí, una casa siempre es independiente y un
apartamento es lo que nosotros llamamos piso, aunque sea de 4oo metros. Los condominios
suelen tener de todo. El nuestro era así. Tenía peluquería, tienda para perros,
un pequeño súper, gimnasio, aparca coches, salones para fiestas y tantas
personas trabajando como en un hotel.
Pero estaba donde da la vuelta el viento y no teníamos lavadora en
casa.
En cada planta, había una
lavandería con dos lavadoras y dos secadoras. Tenías que comprar una tarjeta y
recargarla con dólares en un cajero que había en el lobby para poder usar las
máquinas. ¡Comodísimo! Imaginaos, salgo
con la ropa sucia en bolsas de plástico (mucho más mierderas que las españolas),
porque no había cesto ni barreño para este menester.
Currito y Currita me ayudan. Un
bote de detergente gigante también viene con nosotros.
Currita decide parar en medio del pasillo para investigar que contienen esas bolsas que transportamos, y mientras ella se entretiene sacando la ropa y gritando a quien pertenece cada prenda, Currito y yo seguimos caminando hacia el dichoso cuartito. Cuando descubre que se ha quedado sola, decide pedir ayuda llorando como si la mataran y dejando toooda la ropa esparcida en el suelo. Al oír los gritos, un vecino sale en gayumbos a ver que le está pasando a esa criatura abandonada en medio de un pasillo. Yo, que me estoy haciendo la sueca y sólo quiero terminar la faena, sigo a lo mío. Pero el colega empieza a despotricar, más que por los gritos de Currita, por ver lo que la criatura había liado.
El vecino me regaña, me regaña
mucho. No sé que pelotas dice, habla en alemán, pero el tono es de cabreo
monumental. Yo sólo digo, al ver toda mi ropa esparcida y mientras Currito y yo
lo recogemos, sorry, sorry, sorry y mil veces sorry.
A todo esto, la
innombrable de Currita degusta cualquier mierda que se ha encontrado en el
suelo, una moqueta verde caca con vida propia, y nos mira como diciendo: ¡Qué
exagerados!. (Pa matarla).
Curra, como en el cole. que alegria saber de ti, me encanta la foto de la lavanderia. Espero verte muy pronto. Lola Moro
ResponderEliminarHola Curra, que barbaridad cuántas cosas nos cuentas y qué divertido. Norberto
ResponderEliminarEs que la Américas dan mucho de sí.
EliminarUn besazo
hola Curra, ¿ QUÉ TAL LOS CURRITOS ? MUCHA CALO HOY EN MADRID. ÁNGEL
ResponderEliminarLos curritos en el cole, ¡gracias a Dior!
Eliminar¿¿Caló?? ¡¡Caló lo que hace aquí!
Besos
HOLA CURRA, Y QUE...... AL FINAL ¿TIENES LAVADORA? O QUE
ResponderEliminarPues si, tengo lavadora. Y lava muy bien.
EliminarCOCHINA LA CURRITA
ResponderEliminarA veces, si
EliminarEste blog cada día promete más. Te sigo bien de cerca.
ResponderEliminarBesotes!
¡Gracias! Me alegro de que te guste.
EliminarBesos
La leche!! Cuánto hace de eso???
ResponderEliminarHace un año más o menos
EliminarAl final te dará para escribir un libro, jajaja me encantan los CURRITOS, un besazo para todos guapa. Asun
ResponderEliminarQué buena idea!! Besos
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