lunes, 18 de noviembre de 2013

Yo soy español


- Mami, ¿ya no vamos a ver más a los primos?, me preguntó Currito una mañana.
- Claro que si, cada vez que vayamos a España los verás, le dije.
- ¿Y a mis amigos?
- Igual, cuando vayamos a España. Vas a tener la suerte de tener amigos en los dos sitios. En España y en Miami.
- Y ¿quiénes van a ser mis amigos aquí?
- Aún no sabemos, los iremos encontrando poco a poco. Algunos en el parque, otros en casa, otros en el cole…
- ¿Y si no hay?
- Si hay, le aseguré.
- ¿Cómo lo sabes?
- Porque he visto un montón de niños de tu edad que seguro que están como locos por tener un amigo como tú.
- ¿Por qué querrán ser mis amigos, mami? Será porque soy español, dice muy pensativo.
- Yo creo que más que porque seas español será porque eres divertido y simpático y te gusta jugar a cualquier cosa.
-  Si, pero a ellos seguro que les va a gustar que yo sea español.
- Hombre, no sé, aquí hay niños de un montón de países. Lo importante es que seáis amigos. Da igual de que país vengas.
Él sigue en sus trece.
- Pues a mi me parece que les va a gustar, porque los españoles somos unos campeones. Y además yo soy Ninja, y seguro que se van a dar cuenta.
- Que seas un Ninja seguro que lo notan pero que seas español tienes que pensar que a lo mejor no les importa, aquí hay personas de un montón de países y España es uno más.
- Si pero los de los otros países no ganan al fútbol.
- Da igual que no ganen al fútbol, Currito. Serán campeones en otras cosas.
- ¡No da igual!, me dice cabreado.
- No te pongas pesado, le digo.
- No me pongo pesado mami, es que a mis amigos les gustará saber que vengo de un país de campeones y  no quiero que tú te enfades por eso, dice protestando.
- No me enfado Currito, es sólo que quiero que te des cuenta de que a lo mejor a los demás no les importa que tu país haya ganado un mundial de fútbol.

Currito se queda callado y yo flipando con la vena que le ha dado a la criatura. 
Después de un largo silencio, y mientras mira fijamente al suelo me dice:
- Mami yo quiero ponerme mi camiseta de España para que la vean mis amigos nuevos.
- Perfecto, Currito. Te puedes poner tu camiseta cuando quieras, le digo.
- ¡Vale, así seguro que voy a tener un montón de amigos!, dice mientras salta como un loco sobre el sofá.

Y una se pregunta, ¿de dónde sale este mini patriota?

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