martes, 22 de febrero de 2022

Lo que no consiga esta niña no lo consigue nadie

Verano del 89, mi padre me promete un Vespino si apruebo todo. No apruebo todo, me queda inglés, no hay moto.

Mi padre se va de viaje, y a los dos días llama a casa y dice:

-Que la niña se compre la moto esa.

Buah... Eso era felicidad absoluta, estoy segura. Lo recuerdo perfectamente. Iba a tener moto y era verano, no se podía pedir más.

Vuelvo a la moto esa. Vamos a la tienda mi madre y yo, y me compran un Vespino negro. Lo conduzco hasta casa.

Cuando llego, mi abuela está sentada en el porche haciendo ganchillo. Entro como una loca y me estampo contra un macetero gigante. No nos pasa nada. Mi abuela, la moto y yo, intactas. 

Pero mi abuela lo dice, justo ahí lo dice, mirándome por encima de sus gafas:

-Lo que no consiga esta niña no lo consigue nadie. 

Fin.


Nota: Abuelita, (donde quieras que estés), nunca olvidé esa frase, aquí me tienes recordándola un porrón de años después.

No hay nada como creer para crear. Ahí lo dejo. 







2 comentarios: